Lacan y la fin’amor

Andamiajes lacanianos nómades (on line)

                          Eduardo Bernasconi    Stella Ocampo

 Miércoles 24 de junio: Jesús Martínez Malo

 Lacan y la fin’amor

La primera vez que Lacan habló a los asistentes a su seminario o escribió acerca del amor cortés fue el 19 de diciembre de 1956 durante su seminario La relación de objeto. La última fue el 15 de marzo de 1977, en una sesión de L’insu…

Entre estas dos fechas he podido ubicar una cuarentena de ocasiones en que habló, se refirió, se valió del amor cortés en su enseñanza. De todas esas veces, en cuatro ocasiones lo hizo en sus Escritos tres veces y una más en lo que se agrupó como Otros escritos. Todas las demás veces fueron en diferentes sesiones de once seminarios, además de los dos ya mencionados.

El amor cortés hizo su aparición, entonces, en cuarenta ocasiones; cuatro veces por escrito y en forma oral en un total de treinta y ocho sesiones de trece seminarios diferentes.

¿Por qué se valió Lacan de esa figura del amor -más que de ninguna otra- a lo largo de buena parte de su enseñanza? ¿Por qué recurrió y se valió de ella en la transmisión del psicoanálisis?, ¿de qué y para qué le sirvió?

¿Qué fue el amor cortés y qué elementos de esta figura histórico-literaria lo capturaron de manera tal como para haber recurrido y haberse servido de ella al grado que, en la penúltima de todas las ocasiones en las que apareciera en su enseñanza la fin’amor, Lacan estableció -cosa nada usual- un “principio” (sic), pues hasta donde yo recuerdo, nunca, en ninguna otra ocasión, a ningún otro enunciado le otorgó o lo invistió con el casi nobiliario título de “principio”?

Esto ocurrió en el transcurso de la sesión del 8 de enero de 1974 del seminario Los no incautos yerran. Ese día Lacan afirmó categóricamente: “Esto es lo que dije al articular este principio: que el amor es el amor cortés” (Et c’est là ce que j’ai dit en articulant ce principe:que l’amour c’est l’amour courtois). Ya antes, en otras sesiones, había dicho cosas tales como: “El amor cortés, más que ningún otro, se jacta de ser el que da lo que no tiene”.

Por ahora, bastan estas dos referencias para darnos cuenta de la importancia que esta figura del amor tuvo para Lacan.

Mi trabajo no consistió en la mera localización ni en la enumeración de las referencias, no fue solamente una operación de establecer una cartografia y para después copiat y pegar las citas en u. documento. Había que dar cuenta de todas y cada una de esas menciones, primero ubicándolas y después estableciendo hipótesis y conjeturas para poder responder por lo menos a las siguientes preguntas: ¿Por qué en tal texto escrito o en tal referencia oral durante tal o cual seminario, así como también  en tal o cual sesión de dicho seminario, por qué en ese preciso momento de esa sesión habló del amor cortés?, ¿a partir de qué y por qué trajo a colación a la fin’amor al psicoanálisis y a la transmisión de éste en su enseñanza?

Tres seminarios sobre estos temas -en Córdoba de la Argentina, en la Ciudad de México y en Monterrey- me permitieron poner a cielo abierto mi búsqueda y mis conjeturas, exponiéndolas. Ahora, gracias a Andamiajes lacanianos -a Eduardo Bernasconi y a Stella Ocampo- y con un libro publicado (Lacan cortés. El fracaso cortés del amor, Me cayó el veinte, México, 2019), nuevamente podré dialogar con quienes estén dispuestos a hacerlo y, de antemano lo digo, todo intercambio y crítica serán bienvenidas.

            Miércoles 24 de junio:  21hs Argentina

20hs Brasil

19hs México

2hs del jueves 25 en Francia

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https://us02web.zoom.us/j/6895018219

 ID de reunión: 689 501 8219

(actividad libre y gratuita)