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Caracas ¿qué por-venir?

Coloquio


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15 agosto 2020 - Córdoba

El 10 de junio de 1980, en la que sería la última sesión de su seminario, Lacan se despide y anuncia su viaje a Caracas, quiere ir a ver si es verdad que su nombre, en Latinoamérica, ha echado raíces. Va a instruirse, dice, porque está seguro que es el porvenir. ¿Cómo leer ese augurio de Lacan, hoy, 40 años después?

Latinoamérica aparecía en el discurso de Lacan como un universal insostenible (como todo universal) dada la diversidad existente; sin embargo la manera en que se gestó su visita  permitía soñar con un continente unido en la causa freudiana, la que lanzaría en ese momento y que la anuncia: “Vengo aquí antes de lanzar mi causa freudiana. Yo soy freudiano.”

Comenta Diana Rabinovich: El encuentro de Caracas se armó en una playa, que se llamaba Chichirivichi, comiendo langostas, Miller, Judith, mi esposo y yo. Empezó a partir de la idea de un reencuentro de la gente exiliada. Y ahí fue Miller el primero que dijo que quizás Lacan podía venir. Obviamente, ahí cambió todo (risas). Cuando volvimos a Caracas lo llamamos por teléfono  a Lacan, y Lacan aceptó venir.”

Ahí cambió todo, observa Rabinovich; efectivamente, lo que había surgido como un reencuentro de exiliados –tal vez por eso Venezuela era un lugar propicio en comparación con los otros países de la región asolados por dictaduras sangrientas– se transformaba en un encuentro con Lacan para que este último pudiese apreciar las raíces que su enseñanza había echado en este lado del Atlántico.  Las langostas y el mar transformaron una reunión en otra, de reencuentro entre exiliados, en encuentro con Lacan.  La política entonces, en su más amplio sentido, por acción u omisión, no estuvo ausente en este viaje. Caracas se convirtió en el lugar propicio para que pudieran encontrarse con Lacan aquellos exiliados afines al psicoanálisis.

Lacan diferencia los públicos, los de allá, a los que conoce por verlos en el seminario y en la Rue de Lille, y los de acá, a los que no ha visto. Cuando viaja a Caracas lo hace interesado en escuchar, quiere saber qué tienen para decir aquellos a los que no conoce, aquellos que sólo lo han leído, aquellos que “al parecer, son lectores míos. Sobre todo que nunca los he visto escucharme”. Los de allá y los de acá, cuarenta años después ¿es sostenible esa diferencia? Las nuevas generaciones de lectores, que hoy también pueden oírlo gracias a las novedades tecnológicas (sin por eso convertirse en oyentes), indicarían que no, y sin embargo… La política y el poder no están ausentes; seminarios oficiales y extraoficiales, versiones más o menos alejadas de un original perdido habilitan preguntarnos hoy qué significa ser lector de Lacan. Y también, ¿con qué Lacan nos la vemos hoy? ¿Un Lacan purificado y simplificado según la apuesta de Miller[1] o, por el contrario, un Lacan impuro, de bordes áridos que se resiste a la simplificación y mucho más, a la purificación?

Lacan viajó a Caracas porque atisbó un cierto porvenir en América Latina para el psicoanálisis; y en función de ese porvenir invitó a quienes allí estaban a reencontrarse en París en 1982 para que esto “continúe, es decir, que esto recomience” En febrero de 1982, tal como lo propuso en la clausura del encuentro de caracas, Miller convoco al 2° encuentro del campo freudiano, ¿Cuál fue el primero? Pero Lacan había fallecido y no todos fueron de la partida. Agrupamientos, rupturas, instituciones, escuelas; fueron algunos de los efectos de aquellos encuentros cuyos ecos sordos -pues casi no se habla ni se escribe sobre lo sucedido en esos años de profundas mutaciones – siguen resonando a lo largo del tiempo lo que nos lleva a abrir un interrogante sobre aquel augurio de Lacan: ¿Qué porvenir?

BIBLIOGRAFÍA

  • Lacan, Jacques: Seminario disolución, en particular la sesión del día 10/6/80.
  • Actas del encuentro de Caracas.
  • Entrevista a Marcelo Pasternac. Revista Acheronta Nº 16.
  • Entrevista a Diana Rabinovich. Revista Acheronta Nº 13.

 

[1] “Tardé mucho tiempo en decidirme enseñar lacan, creo que lo hago con mayor facilidad que al comienzo. Pero si uno no quiere simplemente repetir a Lacan, si uno quiere descubrir las estructuras que organizan su discurso – algunas a menudo elaboradas retroactivamente por él mismo, otras que quizás no ha elaborado porque no es un sujeto que lo sabe todo -, ello exige, efectivamente un trabajo de purificación y simplificación con el cual trato de arreglármelas.” Conferencias caraqueñas, p.72.

Todas las fechas


  • 14 agosto 2020

    15 agosto 2020

INFORMACIONES COMPLEMENTARIAS


LUGAR Y FECHA: CÓRDOBA, 14 Y 15 DE AGOSTO DE 2020.

Informes: lacanencaracas@gmail.com

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