Photo_Fond

CONVERSATORIO

Conversatorio


Fecha tope

17 mayo 2017 - Córdoba

ORVIETO, UNA TRAVESÍA FREUDIANA[1]

Sergio Campbell

 

[1] Travesía, del latín transversus (atravesar). Viaje, del catalán viatge, corrupción del latín viaticum: Vía, camino. Si bien en los diccionarios, se los ubica como sinónimos, la etimología remite a significados diferentes.

Lugar: Rubén Libros.

Hora: 20 Hs.

Todas las fechas


  • 26 abril 2017

    3 mayo 2017

    10 mayo 2017

  • 17 mayo 2017

Argumento


En las vacaciones de 1897, Freud emprendió un viaje que, por sus efectos podemos decir que más que un viaje se trató de una travesía. Nos referimos al viaje a Italia que incluyó a la ciudad de Orvieto, donde se topó con los frescos de Signorelli y unas tumbas etruscas.

Unos días antes, más precisamente el 20 de julio, en una carta a Fliess le anuncia el cambio de planes: Umbría y Toscana en vez de Nápoles, posponiendo para más adelante su paso por Roma.

Partió de Ausse, donde veraneaba con su familia, hacia Venecia, acompañado de su esposa Martha, pero el día 1 de setiembre, se le unió su hermano Alexander (de gran ayuda en sus viajes pues había sido el redactor de las guías de trenes) y de un tal Dr. Gattel, a quien unos meses antes había tomado como discípulo.

El 6 de setiembre, le escribe a su amigo desde siena, y le traza el rumbo del viaje: próxima estación, Orvieto, donde estuvo no más de 24 horas;  también, en esa escueta misiva, Freud dice algo muy llamativo: que anda buscando olvidar. Curiosamente, el olvido llegará un año después, en otro viaje, asociado al nombre Signorelli.

Según Jones, el maratónico viaje estuvo influenciado por Fliess, que insistía en que profundizara su conocimiento de la pintura italiana. Si bien es cierto que Freud aprovechó sus viajes para visitar museos y conocer más de la pintura italiana, la misiva comentada más arriba pareciera apuntar en otra dirección. Al olvido, sí, pero también a darle nuevas puntadas a la teoría que venía hilvanando.

A su amigo Fliess no volverá a escribirle hasta su regreso: la famosa carta del 21 de setiembre de 1897, donde le anuncia que ya no cree en su neurótica.

¿Qué pasó en ese viaje para que Freud dejara caer la teoría de la seducción que, como puede leerse en las cartas a Fliess, recién en mayo del mismo año, aún con dudas, se anima a dar el paso de enunciarlo como teoría general, tal como le exigía su amigo? Es tan potente el anuncio del abandono de la teoría de la seducción, que suele pasarse por alto que en la misma carta, la opinión sobre el Dr. Gattel se ha modificado radicalmente; ¿qué ocurrió?

Es necesario tomar nota, también, de que Freud habría iniciado su “análisis de sí” poco tiempo antes de comenzar dicho viaje, y que tal como lo dice en el prólogo a la segunda edición de su “Interpretación de los sueños”, la escritura de dicho libro, comenzada a principios del año 1898, formó parte de su “auto análisis” comenzado por la muerte de su padre.

¿Habrá alguna relación entre el olvido buscado en italia, la caída de la teoría de la seducción, la escritura de la Interpretación de los sueños y el olvido encontrado en el otro viaje un año después?

Es para intentar responder a estas preguntas que los invito a compartir la travesía de Freud y conversar sobre sus efectos.

INFORMACIONES COMPLEMENTARIAS


Contribución en los gastos: $ 50