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Desbordes

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Fecha tope

2 noviembre 2019 - Córdoba

 

Invitamos a David Lapoujade a partir de las siguientes líneas y problematizaciones planteadas en dos de sus libros: Las existencias menores y Deleuze. Los movimientos aberrantes. Líneas que se entrecruzan y enmarañan con el momento actual, que interpelan al psicoanálisis, y que posibilitan desbordes en otras multiplicidades:

¿Cómo construir una política con los conceptos de nomadismo, de máquina de guerra, de línea de fuga o de movimientos aberrantes? O ¿cómo volverse capaz de sentir, de imaginar, de pensar? El problema primero no es saber cómo actuar, sino volverse capaz de actuar. Pues el sujeto está como separado de su fuerza de actuar, a menos que su potencia de actuar no esté separada de lo que puede, por la forma-sujeto misma.

Nuestras posibilidades de vida se confunden con los modos de existencia que la axiomática somete a nuestra elección. Tal sería la alternativa infernal del futuro: por un lado, los posibles impuestos por la axiomática; por el otro lo imposible, como porvenir vaciado de sus posibles. Es difícil ir más lejos en el encierro y la desposesión: por todos lados, tanto al interior como al exterior, clichés que preceden a nuestras percepciones, a nuestras acciones, a nuestros pensamientos, a nuestros enunciados, como si el futuro contuviera de antemano todos los posibles, clichés que sin embargo nos hacen el mundo soportable. En todos los casos una misma resignación del deseo. Las poblaciones que tienen un porvenir en el interior de este marco forman una “mayoría”. Las “minorías”, excluidas, segregadas no son sólo las clases de individuos que se ven excluidos, es en cada uno de nosotros las potencialidades que no son retenidas.

¿Cómo romper el encadenamiento de clichés? Paradoja de la acción: sólo lo imposible hace actuar. El choque perceptivo o afectivo no es separable de las potencias de acción que despierta en cada uno de nosotros. Las percepciones comunican directamente con el plano de las materias intensivas que nos componen. Se opera una distribución de potencias que hacen de la percepción un acontecimiento. Entonces no se piensa ya en términos de porvenir sino de devenir. Y un devenir es esto: potencias que se despiertan y nos arrastran a algo no personal, político, en ese sentido. No una transformación personal, subjetiva, fantasmática, puesto que se trata al contrario de un proceso impersonal, colectivo y real. Que rompe los encadenamientos de imágenes y de lenguaje, que introduce cortes irracionales, re-encadenamientos a partir de esos cortes, movimientos aberrantes.

Teniendo en cuenta que lo que nos precipita en un devenir puede ser cualquier cosa, lo más inesperado, lo más insignificante, ¿existencias menores, posibles o virtuales? El universo virtual es el más rico y basto, pero también el más evanescente, el más inconsistente, el más próximo de la nada. Su arte es suscitar el arte, su gesto es el de suscitar otros gestos. Su fuerza es la del problema. Hay en el cosmos de las cosas innombrables aperturas dibujadas por los virtuales. La manifestación de lo virtual es la aparición de un abanico de nuevas posibilidades, dictadas por algunos trazos a penas esbozados. Sólo que el curso ordinario de la vida no llega a mantenerse a la altura de las promesas, salvo que irrumpa una bifurcación hacia un universo paralelo cuyas potencialidades son explorar.

Algunas aperturas privilegiadas suscitan el deseo de dar testimonio en favor ellas, de hacer ver lo que se tuvo el privilegio de ver, sentir o pensar. Pero el testigo no es nunca neutro o imparcial, no se observa desde afuera un mundo desplegado ante sí, se entra en un punto de vista. Es aquí cuando se deviene creador. “Quizás sea ese el secreto: hacer existir, no juzgar”, G. Deleuze. La existencia es todas las existencias, es cada modo de existir. Cada modo es por sí solo todo un arte de existir. Pero nada existe por sí solo, solo se existe realmente al hacer existir otra cosa.

Y la multiplicidad de existencias implican un pluriverso, no hay primero un mundo común que cada uno se apropia para hacer su mundo, sino mundos singulares que forman luego un mundo común por sus comunicaciones múltiples. En lugar de un mundo común una multiplicidad de maneras y de gestos: maneras de percibir, de apropiárselo, de explorar sus potencialidades.

Bibliografía

David Lapoujade:

  • Deleuze. Los movimientos aberrantes, Ed Cactus
  • Las existencias menores, Ed. Cactus
  • Fictions du pragmatisme. William et Henry James, Les éditions de Minuit
  • Willams James. Empirisme et pragmatisme, PUF.
  • Potencias del tiempo. Versiones de Bergson, Ed. Cactus

Étienne Souriau: Los diferentes modos de existencia, Ed. Cactus.

G. Deleuze, Félix Guattari: Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia.

 

Todas las fechas


  • 1 noviembre 2019

    2 noviembre 2019

INFORMACIONES COMPLEMENTARIAS


Fecha:

  • Viernes 1 de noviembre de 17 a 21 horas
  • Sábado 2 de noviembre de 9:30 a 18 horas

Contribución para los gastos:

General: $ 2.000 hasta el 15 de octubre, $ 2.400 en adelante.

Estudiantes: $1.600 hasta el 15 de octubre, $ 2.000 en adelante

(Se puede pagar en cuotas hasta la fecha del evento)

Inscripción: El Espejo Libros, Rubén Libros.

Lugar: a confirmar