INTERRUMPIR LA DISRUPCION, RESTABLECER LOS LIMITES DEL CAMPO PSICOANALITICO.
Seminario
Fecha tope
18 febrero 2017 - Monterrey
propuesto por
Manuel Contreras Ramos
Lugar: taller de escultura de Eugenia Belden ubicado en la calle Puebla pte. # 220 entre Corregidora y Aldama, en el centro de San Pedro Garza García.
Hora: de 10 a 12 h.
Cooperación para gastos: 100.00 pesos por sesión. Cupo limitado a 15 asistentes.
Todas las fechas
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5 noviembre 2016
26 noviembre 2016
3 deciembre 2016
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17 deciembre 2016
14 enero 2017
28 enero 2017
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4 febrero 2017
18 febrero 2017
Argumento
En 1933, en Francia, coincidieron varios acontecimientos y confluyeron varias ideas, que contribuyeron posteriormente a la refundación del psicoanálisis.
Por una parte, Lacan estaba terminando de escribir su tesis de psiquiatría, documento que recoge el momento en el cual, valiéndose del método freudiano, descifró el caso de una delirante. Al hacerlo, no solo integró a la locura en el campo del psicoanálisis y por ende al delirio como abordable desde el lenguaje, sino que también, una vez derrumbado el andamiaje psiquiátrico y sus consideraciones organicistas, decantó y restituyó la esencia del método freudiano mismo.
Para la psiquiatría, -Kraepelin y seguidores en Alemania, Clérambault en Francia, e inclusive Bleuler en Suiza-, el habla delirante era producto de un trastorno cerebral y resultaba inútil y absurdo considerarla como un discurso. El delirio era -simple y llanamente-, incoherente, incongruente y por lo tanto, inargumentable. En otras palabras, intentar escuchar a un delirante era un esfuerzo vano; y hasta la fecha, -siempre desde el campo de la medicina- a lo sumo solo se recomienda “seguirle la corriente”; “oírlo como oír llover”.
El descubrimiento freudiano consistió en encontrar en las interrupciones, a menudo inesperadas, del discurso convencional, la emergencia de un otro discurso, desconocido para el sujeto mismo que lo enuncia.
El método inventado por él a partir de tal hallazgo, consistió en hurgar en esas soluciones de continuidad, abrirlas más, hacer caso de lo que emerge de esas dehisencias discursivas.
Pero para conseguir que alguien esté dispuesto a poner a cielo abierto su inconsciente, término con el que nombró a ese otro discurso que emerge de la interrupción, se apuntaló en la transferencia, -artefacto/artilugio surgido en el seno del lazo de dos propio del método freudiano- que permite al discurso alienado depositarse en otro, en tanto el sujeto que lo enuncia logra reconocerlo como proviniendo del propio pasado que lo habita.
Sin embargo, en tratándose de la paranoia, Freud pasó por alto que el delirante es alguien que , habiendo luchado infructuosamente por hacerse escuchar por un otro singular, termina convertido en un desesperado, furibundo y verborreico solicitante de la escucha de cualquiera, y así, consideró a los delirantes en general como incapaces de establecer una relación transferencial en el seno de una relación de dos, excluyéndolos por tanto, del campo de la escucha (atención flotante) analítica.
Reintegrar al delirante al campo del psicoanálisis brindándole una escucha analítica, he aquí la enorme empresa a la que se lanzó Lacan.
Si el delirio es producto de una interrupción del discurso convencional (alucinación, vivencia delirante) de la cual emergió un otro discurso que no encontró escucha, es decir alguien que lo recogiera y custodiara mientras se lograba que fuera entendible, el delirante, ya fuera de madre y desbocado, y por tanto cada vez mas alejado de los cauces convencionales, se ve dificultado para establecer lazos sociales.
He allí la enorme dificultad a la que se enfrentó Lacan con el caso de su tesis: como generar un vinculo transferencial con una delirante resentida y huraña… y he allí el obstáculo mayor que ha de zanjar todo aquel que valiéndose del método analítico pretenda abordar a la locura.
Cuando el discurso inconsciente irrumpe en forma de un acto sin palabras, como ocurrió en el caso del crimen de las hermanas Papin, la locura se presenta de manera francamente inaccesible desde el método analítico, tal como lo enfatizó el mismo Lacan en su escrito sobre el caso publicado en “el minotauro”. Sin embargo, habiendo palabras, y habiendo alguien en posición de escucharlas (que no de interpretarlas), la apuesta analítica es posible.
Durante el mismo lapso en el qué, tanto el caso de la tesis de Lacan, como el suceso criminal de Le Mans, pusieron en primer plano el reto planteado al psicoanálisis por la locura, Walter Benjamin, prófugo de la Alemania nazi, y radicado durante un breve periodo en Francia, produjo una serie de escritos a los que tituló “Discursos interrumpidos”. En ellos advertía acerca de las consecuencias que la aplicación de la tecnología tendría sobre la producción artística en general.
En esencia, el decía que con la reproducción técnica de cualquier obra de arte de manera homogéneamente continua, se aboliría la singularidad del acto creativo y con ello la posibilidad de que surgieran interrupciones innovadoras.
Su noción de “discurso interrumpido” se apoyó justamente en el descubrimiento llevado a cabo por Freud. Y es de allí que he tomado yo mismo el titulo de este seminario.
Desde la imprenta del siglo XVI, hasta la fotografía y el fonógrafo, pero sobre todo con la edición cinematográfica, la repetición de una obra de arte prácticamente cierra toda posibilidad a que ocurran interrupciones, mientras que antes de la aplicación de la técnica al arte, cada obra mantenía su singularidad en el tiempo y la posibilidad de que surgieran discursos transformadores.
La historia del arte, condenada a una perfecta reproducción ad infinitum, tocaría su fin, de acuerdo a Benjamin. Si su presagio se ha cumplido o no, en el campo del arte o de cualquier otra actividad de la polis, es algo que trasciende al psicoanálisis y no es el propósito de el quehacer al que pretendo convocar. De lo que se trata es de aprovechar el termino interrupción acuñado por Benjamin, para dar cuenta de la esencia del método freudiano y desde ese punto entender la refundación del psicoanálisis llevada a cabo por Lacan.
Así pues, en el caso del delirio, no se trata de descifrarlo magnificando el universo de posibles escuchas o lectores mediante terapias grupales, investigaciones psico-biograficas o “fabricas de caso”, sino de intentar singularizar la escucha, de manera tal que una vez recogida el habla delirante en un contexto de dos -transferencia mediante- interrumpir el discurso disruptivo hasta volverlo entendible, no solo para quien lo profiere sino para cualquiera, hasta donde eso resulta posible. Eso seria interrumpir la disrupción haciendo caso de ella. Cualquier otra interpretación es ajena a la modestia y a los limites de la practica analítica.
A revisar los limites del campo del psicoanálisis es a lo que los convoco.
BIBLIOGRAFIA
Allouch, J., Marguerite, Lacan la llamaba Aimeé. Epeele, México,D.F. 1995
Allouch, J., El doble crimen de las hermanas Papin. Epeele, México. 1995.
Bataille, G., Historia del ojo. Ed. Fontamara quinta ed. México. 2016.
Benjamin, Walter. Discursos interrumpidos 1. Taurus. Bs.As. 1989.
Lacan, J., De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. Siglo XXI, México, 1976.
Lacan, J., El seminario. Los escritos técnicos de Freud. p.11. Paidos. Baecelona 1981.
Lacan, J., Intervenciones y textos 2. La tercera. p.73. Ed Manantial. Bs.As 1988.
El informe Turquet. Ed Literales. Bs.As. 2015.
Dupré, F., La “solution” du passage à l’acte. Ed. èrés. Toulouse, 1984.
Dujovne Ortiz, A., Dora Maar, prisionera de la mirada. Vaso Roto Ediciones, Madrid, 2013.
INFORMACIONES COMPLEMENTARIAS
Las sesiones se llevaran a cabo en el taller de escultura de Eugenia Belden ubicado en la calle Puebla pte. # 220 entre Corregidora y Aldama, en el centro de San Pedro Garza García, y al cual se puede llegar por Alfonso Reyes bajando por Corregidora hacia Vasconcelos. En la primera calle (Puebla), voltear a la derecha. Segunda casa en la acera derecha, con rejas color rosa mexicano.
La primera sesión se llevara a cabo el Sábado 5 de Noviembre 2016, de 10 a 12 hs. Y posteriormente cada 15 días.
Cooperación para gastos: 100.00 pesos por sesión
Cupo limitado a 15 asistentes, por lo cual se ruega a los interesados inscribirse en el teléfono 83783818, de Lunes a Viernes entre 9 y 12 hs, o a la dirección electrónica macor4701@hotmail.com .