…no existió política sexual unitaria. Freud y el dispositivo de sexualidad
Seminario

Fecha tope
26 junio 2019 - Montevideo
Gonzalo Percovich
En el próximo encuentro continuaremos abordando la segunda parte del libro de Otto Weininger Sexo y carácter (Geschlecht und Charakter). El autor inicia su obra describiendo las llamadas formas intersexuales (sexuelle Zwischenformen): “mujeres delgadas, esbeltas, de caderas estrechas, con cabellos cortos y voz grave; de hombres sin barba y parlanchines, dandys y homosexuales[1]. Sujetos que comienzan a ser ubicados en el campo de la scientia sexualis como ejemplos de la diversidad sexual (Die sexuelle Mannigfaltigkeit). Para dicho autor, ésta deriva de la disposición bisexual inherente a cada individuo. Pero de esa multiplicidad de formas, la descripción de las llamadas mujeres emancipadas (Die emanzipierten Frauen) cobra una relevancia singular. La cuestión de la emancipación de la mujer está en el centro del debate público de aquel entonces y para Weininger la inquietud de emancipación no es más que una manifestación de la parte varonil de dichas mujeres. Así las “verdaderas mujeres” no tienen ningún interés en dicha cuestión. El paso siguiente será entonces definir los tipos sexuales (sexuelle Typen): hombre y mujer. Cuestión de esencias entre uno y otro tipo. De allí ¿dónde ubicar la diferencia psicológica esencial entre el hombre y la mujer? Su respuesta es conclusiva: la diferencia psicológica entre los géneros se definirá a partir de la intensidad que el impulso sexual (Geschlechtstrieb) cobre en cada uno de ellos. La mujer –afirmará- “es sexualmente más excitable que el hombre; su irritabilidad fisiológica es por lo que a la esfera sexual se refiere, mucho más intensa” […] “El estado de excitación sexual significa para la mujer la suma exaltación de su total existencia, que es siempre y enteramente sexual. La mujer se consume en la vida sexual”[2] […] la mujer no es más que simplemente sexual. Las mujeres quieren el coito o la prole”.[3]
La repercusión que dichas afirmaciones tuvieron en el ámbito vienés fue remarcable y el primer grupo psicoanalítico no quedó por fuera de la discusión que el libro suscitó. Varios fueron los analistas que se pronunciaron acerca de dicha propuesta: Lou Andreas Salomé, se siente convocada a hablar de esa singular relación entre mujer y sexualidad; Theodor Reik, afirma que Weininger anticipa el parentesco entre muerte y sexualidad, Paul Federn lo compara con Nietzsche. De la parte de Freud, luego del asunto Fliess-Swoboda, la distancia con respecto a Weininger fue definitiva. Sexo y carácter se volvió de una vecindad peligrosa.
Metafísica sexual, scientia sexualis y psicoanálisis entrecruzan sus recorridos, aproximándose por momentos y por otros distinguiéndose de manera radical. La apuesta de trabajo es recorrer los sinuosos caminos que cada uno de ellos transitó.
[1] Otto Weininger. Sexo y carácter. Editorial Losada. Buenos Aires. 1942. p.22.
[2] Otto Weininger. Op. cit. p.124.
[3] Ibid. p.335.
Imagen: “Sueños”. Helene Funke. 1913.
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26 junio 2019
INFORMACIONES COMPLEMENTARIAS
Próximo encuentro: miércoles 26 de junio. Hora 20:30
Lugar de encuentro: Edificio Panamericano. (Salón comunal. Subsuelo). Luis A. de Herrera 1042.
Contribución a los gastos: $300.-