1968: Bernard Casanova toca el timbre del consultorio de Jacques Lacan, el día siguiente comenzará un análisis que se extenderá por trece años. Participará en la École Freudienne de Paris y luego de la disolución de la misma contribuirá con otros a la fundación de la école lacaneienne de psychanalyse.
En 1978 inicia su seminario que terminará veinte años después, cuando su muerte le pone fin. En su estilo por momentos aforístico y terminante en relación a lo que el psicoanálisis no es y constructivo cuando encara la explicitación de su campo y de su objeto, entrega las coordenadas de una pregunta muy simple: ¿El psicoanálisis ha cambiado desde Freud? ¿Qué querría decir semejante pregunta? ¿O el psicoanálisis es siempre el mismo?
Escrituras
¿ Que estatuto dar a los dibujos, a las fórmulas, a los grafos, a las superficies y a los nudos que se encuentran en toda la obra de Lacan ? Ciertas escrituras lacanianas parecen haber envejecido o más precisamente, pasado de moda, como si se hubieran vuelto anticuadas por estar demasiado adheridas a la época de su producción. Son formalizaciones que, por otra parte, suelen aparecérsenos como algo precarias.
Sin embargo, antes de defenderlas remitiéndolas urgentemente a la Universal, antes de gritar ! herejía ! desde el dogma conceptual, hay que poder decir qué son estas escrituras cuyo valor viene siendo cuestionado. Por eso se impone, como tarea primera, llevar adelante un estudio localizado de sus ocurrencias y de las circunstancias en que aparecieron, situando los registros de problematización a los que responden los períodos de formalización de Lacan. Solo despúes se podra decir si debemos mantenerlas o no.
Es por tanto que el autor nos propone, a título –como suele decirse- de requisito epistemológico, que lo sigamos por esos senderos de lectura, recuperando para la memoria cada texto, trazando el devenir « biográfico » de las « escrituras » lacanianas.
Atenerse a tales requisitos le supuso practicar la declinación de sus paradigmas, detenerse en las versiones de composición y descomposición, en los límites y bordes de los empleos, llevar adelante un método serio –en el sentido de que toca lo serial-, una práctica que hace oír las variaciones de estos matemas, si es que así podemos llamarlos.
¿Qué empujó a Lacan a que escribiera, ya en la construcción de su “grafo del deseo”, las letras S(A/) para apuntar a lo que debía llamarse, a lo largo de su enseñanza, “la incompletud de lo simbólico”? No basta invocar al teorema de Gödel que, desde 1931, había establecido la prueba de esta “incompletud” en lo que toca a la aritmética, porque ninguna filiación directa conduce de este paso lógico a la invención de Lacan. Sin embargo, si uno se vuelca en la fabricación de la dimensión simbólica concebida, a pesar de su compleja heterogeneidad, como una entidad consistente – a través de las obras de Descartes, Leibniz, Frege, Hilbert, etc – , entonces llega a entender mejor este hallazgo crucial del siglo pasado: la dimensión que permite alinear pensamientos y cálculos, y así determinar al sujeto, es radicalmente incompleta.
No que le falte algo que se pueda nombrar, ya que nombrarlo sería tomarlo en el sistema simbólico, lo cual se revela así no faltar de nada a que se podría apuntar. Su falla, entonces, es sólo una propiedad global, nada local. Pieza clave de este sistema, permite volver a anudar la hipótesis del inconsciente freudiano a la nueva racionalidad que se levanta con este nuevo orden lógico. El interés constante de Lacan por la lógica – una cierta lógica – echa raíces aquí, en el hecho de que el sujeto que resulta del significante, tal que se produce en el habla del síntoma, encuentra su poco de consistencia en esta falla donde lógica y sexualidad, sorprendentemente, se crucen.
Este libro recorre el camino que dio luz, por un lado, a la noción de incompletud lógica, por otro lado al sujeto ligado al significante, intentando no perderse en la tecnicidad de tal modo que se pueda concebir mejor la consistencia propia del psicoanálisis, tanto en su epistemología como en su clínica.
Los Gay and Lesbian Studies nacieron en las universidades de Estados Unidos hace más de veinte años. Estos estudios tienen como objetivo redescubrir el pasado oculto de las culturas homosexuales, pero sus investigaciones alcanzan también a revisar la historia y el presente de la sexualidad en general, así como la manera en que cada sociedad y cada época la organizó y la reglamentó. La polémica desatada por este movimiento se diseminó rápidamente en países de habla inglesa y luego por toda Europa, llegando a América Latina.
Al sentirse interpelado por este discurso, el psicoanálisis se suma a la discución y pretende entablar un debate crítico entre el campo freudiano y el campo gay y lesbiano.
En este volumen, además de la historia, son abordados otros temas tales como la identidad sexual y el géro que fuera pretendidamente enmarcado como sexo.
REEDICION DE TÍTULO EDITADO POR EDELP